La isla de Paxos se encuentra al sur de la isla de Corfú y es una de las islas más pequeñas y bellas del mar Jónico.
Según la mitología, Paxos, así como todas las pequeñas islas a su alrededor, se creó cuando Poseidón, dios del mar y de los terremotos.
Cortó con su tridente, un pequeño pedazo de tierra de Corfú para crear un lugar acogedor y confortable para él y para su amada Anfitrite.
Que ver en Paxos: los rastros de la historia
La isla de Paxos ha estado habitada desde la prehistoria. Se cree que los primeros habitantes fueron los fenicios. En 31 a. C. esta pequeña isla fue el refugio de Antonio y Cleopatra antes de la batalla de Azio.
En el siglo II a. C. los romanos invadieron Corfú y luego Paxos, que más tarde se convirtió en parte del Imperio bizantino durante setecientos años. En el siglo XIII, Paxos fue conquistada por los romanos que gobernaron la isla durante 400 años.
En 1797 los venecianos dieron la isla a Francia y Napoleón Bonaparte tomó el control de la misma. Más tarde, la isla cayó bajo la flota ruso-turca que declaró a Paxos parte del Estado de las Siete Islas.
En 1814, la isla de Paxos cayó bajo el dominio británico tras el Tratado de París. En 1821, los habitantes de la isla participaron en la Guerra de la Independencia griega, pero no fue hasta 1864 que Paxos se unió a Grecia.
La isla de Paxos se caracteriza por casas generalmente desarrolladas en dos plantas, con techos de tejas, elegantes balcones típicos de la arquitectura gótica, y están pintadas en colores suaves y brillantes. También hay algunas villas antiguas escondidas entre olivares y las grajas.
Algunas de ellos están hechas de piedra y mantienen sus propios tanques de agua. La agricultura es una parte importante de la economía de la isla de Paxos, junto con el turismo y la pesca. Uno de los principales productos de la isla es el aceite de oliva, introducido por los venecianos y producido desde la época medieval. También se produce un excelente vino en la isla.
La pequeña isla de Paxos se puede visitar fácilmente a pie. Los autobuses conectan Gaios, el puerto principal y la ciudad de la isla, con los puertos y ciudades de Loggos y Lakka, ubicadas al norte. Otro medio importante de transporte es el barco a motor: hay muchas playas y bahías fantásticas a las que solo se puede llegar por este medio.
Paxos se ha convertido en un destino muy popular, al igual que las otras islas Jónicas. Por suerte y por su posición geográfica no se vé afectada por el gran turismo de masas, como ha ocurrido en otros lugares. Principalmente porque el aeropuerto más cercano se encuentra en la isla de Corfú y para llegar hasta Paxos desde Corfú hay que tomar un barco.
El trayecto es corto pero suficiente para que muchos «pasen de Paxos». ¿El resultado? La isla de Paxos ha sido capaz de mantener su carácter y su encanto.
Que ver en Paxos: sus tres pueblos
Paxos es una isla pequeña, mide solo 11 km de largo y 5 de ancho. Y como resultado, tiene solo unas pocas aldeas. Gaios es la capital de la isla y lleva el nombre del apóstol Gaios, que predicó durante los primeros años después de la muerte de Cristo. Gaios es un puerto natural rodeado por una extensión de olivos y cerca de 500 habitantes viven casi todos gracias al turismo. El pueblo en sí es bonito con varios edificios del siglo XIX alrededor de las típicas callejuelas estrechas. La atmósfera sigue siendo la del pasado, incluso si hoy llegan aquí muchos italianos e ingleses, con yates de todos los países del mundo en el puerto.
Detrás del puerto de Gaios hay dos islotes muy interesantes, Panagia y Ai Nikolaos. En la primera hay un antiguo monasterio ortodoxo que se abre todos los años el día de la Asunción de la Virgen; es posible visitar sus salas silenciosas llenas de incienso, decoradas con espléndidos frescos de estilo bizantino. Mientras que en el segundo se encuentran las iglesias de San Nicolás y San Juan y las ruinas de una fortaleza veneciana imponente del siglo XIV, que durante dos siglos ha defendido el puerto de los piratas otomanos.
Vale la pena tomarse el tiempo para dar un paseo por las estrechas calles que se extienden desde el muelle y en el corazón de la ciudad con sus casas azules y blancas en el típico estilo griego además de sus iglesias. El ejemplo clásico de estos edificios religiosos es la iglesia del Santo Apostol, que esconde algunos de los frescos más antiguos y valiosos de todas las islas jónicas.
A pesar de su pequeño tamaño, Gaios es también el hogar de tres pequeños museos: el Museo Folk, que contiene una amplia variedad de objetos de uso diario, ropa e instrumentos tradicionales relacionados con la pesca que permiten comprender mejor la vida de los habitantes de Paxos; el Museo de la historia de Paxos, que exhibe algunos hallazgos arqueológicos de la isla desde la antigua Grecia hasta la dominación otomana; y finalmente el Museo de la almazara, una exposición dedicada a la principal actividad económica de la isla, el cultivo del olivo y la producción de aceite.
En Paxos puede moverse utilizando el transporte público, en automóvil o en bicicleta, que, dado el tamaño pequeño de la isla, es la mejor manera de llegar a los lugares más bellos. La carretera principal de la isla va de un extremo al otro en dirección noreste al sudeste y es la ruta más conveniente para llegar a los centros turísticos de Lakka y Longos.
Lakka se encuentra a 7 km al norte de Gaios y ha surgido entre dos promontorios que crean una bahía casi circular. El pueblo también está protegido por una colina cubierta de olivos que lo protegen del fuerte viento, dándole un ambiente muy sugerente y haciendo del puerto un refugio seguro. Pueden llegar en barco o con el servicio de autobús que conecta la capital con el pueblo.
El centro del pueblo alberga varios edificios de estilo veneciano y en su centro la sobrepoblación en temporada alta puede ser un poco excesiva. Aquí, de hecho, también hay varios clubes que abren hasta altas horas de la noche y sus restaurantes siempre están llenos: también porque se dice que aquí la cocina griega e italiana se fundan con excelentes resultados. Para dormir, el consejo es elegir los alojamientos lejos del corazón del pueblo y del puerto, quizás buscando una habitación en una de las muchas casas aisladas entre los olivares.
El pueblo de Loggos, es el más pequeño de los tres. El corazón del pueblo es el puerto donde hay buenas tabernas donde cenar. No hay discotecas y por lo tanto este es el destino favorito para familias con niños y aquellos que buscan un ambiente relajante y tranquilo. Las playas alrededor de Loggos ofrecen agua limpia y fondos marinos seguros, y son las que atraen a muchos turistas, aunque no muy lejos también hay senderos muy apreciados por aquellos que aman caminar. Loggos también es sede del Festival Internacional de Música, un evento que ofrece música clásica y que se celebra cada año desde finales de agosto hasta principios de septiembre. El Festival de Música de Primavera es otra ocasión importante para la isla: alberga famosos artistas griegos y generalmente se lleva a cabo en mayo. El centro de la isla está salpicado por algunos pequeños asentamientos que parecen vivir en un tiempo paralelo: aquí viven algunos de los 3000 habitantes de la isla de Paxos que todavía crían ganado y producen vino.
Excursiones desde Corfú para visitar Paxos y Antipaxos
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Visitar Antipaxos desde Paxos
Si Paxos es pequeño, su hermanita Antipaxos es minuscula: queda a solo un kilómetro y medio de distancia, y se puede llegar con los barcos que parten desde el puerto de Gaios, cubriendo un área de tan solo cinco kilómetros cuadrados. La isla merece una visita por sus bellezas naturales, está bastante deshabitada y encontrarán solo algunas tabernas y dos hermosas playas. La pequeña isla de Antipaxos tiene un pequeño puerto llamado Agrapidia, desde donde comienza una densa red de senderos estrechos que alcanzan el interior de la isla. El islote está de hecho cubierto por viñedos que producen un rico vino tinto. Luego están las dos playas: Voutoumi y Vrika, que se encuentran en el extremo norte, con agua azul y espacio para los nadadores con menos experiencia. Al sur de estas dos playas, hay algunas pequeñas y hermosas calas solitarias. Si desea detenerse hasta el final del día, suba los 152 escalones hasta la taberna Bella Vista para disfrutar de vistas impresionantes y especialidades locales frescas. Mirando a lo lejos, hay quienes aseguran haber visto al dios Poseidón con su bella amante.
Mejores Playas que visitar en Paxos
Paxos es el destino ideal para aquellos que aman sumergirse en aguas transparentes. En particular, a lo largo de la costa este, hay numerosas bahías de fácil acceso para todos, incluidos los niños, mientras que la costa oeste, ofrece espectaculares acantilados y bahías de difícil acceso. Entre las playas más hermosas de Paxos se encuentran Harami y Kanoni, que se encuentran en la costa norte, cerca de Lakka: se llega en barco o en un corto paseo y las aguas son tan turquesas como en los sueños. También hay una taberna para tomar un aperitivo junto al mar. Orkos también se puede llegar con un paseo de 10 minutos después de haber estacionado el coche: lo que ofrece es una bahía con aguas azules transparentes en un ambiente de rocas blancas.
Si buscan una playa más mundana y equipada, pueden ir a Monodendri, en la costa este, a aproximadamente 1 km al norte de Loggos. Es uno de los más grandes, con atracciones de deportes acuáticos y un par de tabernas.
Levrechio, justo al sur de Loggos, parece una pequeña playa con aguas profundas, perfecta para los amantes de la natación. Las cercanas Marmari y Kipos son dos hermosas bahías mucho más tranquilas. Finalmente, después de Kaki Lagada, en la costa este a 1 km al norte de Gaios, una playa con aguas poco profundas amada por los que se quedan en Gaios: Mongonissi, la única playa de arena de Paxos y por lo tanto es popular entre familias, gracias a la presencia de numerosas estructuras, incluyendo sombrillas con sillas y una taberna.
¿Cúando visitar Paxos? ¡En primavera!
La isla de Paxos es obviamente un gran destino para el verano, pero no solo: en la primavera hay muchos excursionistas que visitan la isla para dar largos paseos por los olivares. Durante la primavera las abundantes flores llenan la isla de colores y esencias. Paxos tiene una presencia muy rica de aves y los entusiastas saben que pueden contar con avistamientos seguros de especies locales, incluso de aves rapaces. Los meses de mayo y junio ofrecen el espectáculo de olivos iluminados por luciérnagas y también hay muchas especies de mariposas, mientras que en el mar es fácil ver a los delfines jugando tras las embarcaciones.
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Como llegar a Paxos
Para llegar a Paxos, la forma más fácil es llegar a Corfù (en avión o barco) y desde allí continuar en ferry a Gaios. El viaje dura aproximadamente una hora más o menos. La distancia desde el aeropuerto hasta el puerto de Corfú es corta: solo unos pocos kilómetros.
La única alternativa son las conexiones con Igoumenitsa y Parga, esta última solo en el verano. Desde Igoumenitsa también hay un par de viajes al día para el transporte de automóviles.
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